Los siniestros de trabajo pueden deberse a condiciones medioambientales del centro de trabajo, circunstancias físicas del trabajo, limitaciones del cargo de trabajo y condiciones que derivan del régimen organizativo del trabajo. Cada riesgo laboral tiene ligado un plan preventivo para impedirlo o paliar su gravedad. Según curso de gestión del medio ambiente, un siniestro se puede ocasionar por ignorancia de los riesgos que se corren, por una actuación negligente, o sea, no tomar las medidas indispensables para ejecutar una tarea o por una actitud temeraria de rechazar los riesgos que están presentes en el entorno laboral.
Las condiciones ambientales pueden ser perjudiciales tanto para la salud física como para la salud emocional en función de un conjunto de perturbaciones, algunas de las cuales son de mucha agresividad, como son las que derivan de la presencia en el medio ambiente laboral de agentes químicos, físicos o biológicos que pueden entrar en contacto con las personas que trabajan y dañar la salud de las mismas.
El aspecto básico de un centro de trabajo viene determinado por la seguridad estructural que brinden sus edificios, es decir, ausencia de riesgos de derrumbes por ser muy antiguos; ausencia de riesgos medioambientales ya sea con emisión de contaminantes a la atmósfera como contaminación de aguas o tierras por residuos en los desagües; evaluación de los riesgos físicos que puedan padecer los trabajadores en sus empleos donde estén dotados de sus equipos de protección individual; señalización correcta de los accesos al lugar de trabajo; luminosidad y cuidado del entorno y tener señalados y establecidos planes de evacuación veloces y seguros.
El cansancio visual se produce si los centros de trabajo y las vías de circulación no poseen una adecuada iluminación, ya sea natural o artificial. Los negocios, los centros de trabajo y las vías de circulación en los que los empleados estén particularmente expuestos a riesgos en caso de falla de la iluminación artificial deben tener una iluminación de emergencia de intensidad adecuada.
Por otra parte, los trabajadores sometidos a altos niveles de ruido en su empleo, además de sufrir pérdidas de su capacidad auditiva pueden llegar a la sordera, acusan una fatiga nerviosa que es causa de una disminución de la eficiencia humana ya sea en el trabajo intelectual como en el manual.